Características de ña ganadería y agricultura ecologica
Se evitan los alimentos transgénicos y los aditivos sintéticos, garantizando la seguridad alimentaria. Se apoya la agricultura familiar y las pequeñas explotaciones, generando ingresos y manteniendo viva la cultura rural. La agricultura ecológica reduce la contaminación del agua y del suelo al evitar el uso de productos químicos sintéticos.
El manejo del estiércol se realiza de forma responsable, transformándolo en abono orgánico para fertilizar los pastos y cultivos. Una alimentación sana comienza en el campo. El control de plagas se realiza con métodos biológicos y prácticas culturales, como la siembra de variedades resistentes.
La venta directa y los mercados locales son canales de comercialización preferentes, acortando la cadena de suministro y favoreciendo la relación entre productor y consumidor. La integración de la ganadería en el entorno es esencial. El objetivo es obtener alimentos saludables y nutritivos respetando el medio ambiente.
Es un modelo de desarrollo sostenible. El consumo de productos ecológicos contribuye a la prevención de enfermedades crónicas y al bienestar general. Se promueve el acceso al exterior y la luz solar, factores importantes para la salud y el comportamiento natural de los animales.
Se promueve la conservación de la fauna beneficiosa, como las abejas y los insectos polinizadores, esenciales para la producción de alimentos. La salud del rebaño se basa en la prevención y la observación cuidadosa. La investigación y la innovación son esenciales para mejorar la productividad y la eficiencia de la agricultura ecológica.
La conexión con la tierra y el respeto por los ciclos naturales son pilares fundamentales. Se promueve el intercambio de conocimientos y semillas entre agricultores, fortaleciendo las redes locales y la soberanía alimentaria. Se necesita formación y capacitación para implementar las prácticas adecuadas y adaptarse a las condiciones locales.
La agricultura ecológica requiere un conocimiento profundo de los procesos naturales y una gestión cuidadosa de los recursos. Se busca una producción sostenible y resiliente.
En la agricultura ecológica, la gestión del agua es crucial, implementando técnicas de riego eficientes y la captación de agua de lluvia. Es una práctica respetuosa con el medio ambiente. La transparencia y la trazabilidad son valores fundamentales. Los animales reciben una alimentación basada en pastos y forrajes ecológicos, evitando piensos transgénicos o con aditivos sintéticos.