Teoría geocéntrica características

Esto reforzaba la idea de que la Tierra estaba fija e inmóvil en el centro. Las observaciones aparentemente confirmaban esta perspectiva. Los movimientos celestes eran interpretados como signos o mensajes destinados a los habitantes de la Tierra.

Esta concepción reflejaba la importancia que se le atribuía a la humanidad en la creación divina. Su declive comenzó con las observaciones de Copérnico y Galileo. Eventualmente, fue reemplazada por el modelo heliocéntrico. No requería de conceptos abstractos como la rotación de la Tierra o la órbita alrededor del Sol.

La simplicidad aparente era una de sus fortalezas. La teoría geocéntrica no explicaba satisfactoriamente las fases de Venus. Esto contradecía la idea de que Venus orbitaba siempre entre la Tierra y el Sol. Esta observación fue un golpe importante para el geocentrismo. El caso del geocentrismo es una lección importante.

Una teoría que alguna vez fue considerada incuestionable puede ser reemplazada por una nueva. Este sistema se volvía cada vez más intrincado con el tiempo. Durante siglos, fue la cosmovisión dominante en muchas culturas. Todos los demás cuerpos celestes, como el Sol, la Luna y las estrellas, giraban alrededor de nuestro planeta.

La teoría geocéntrica prevaleció durante casi mil quinientos años.

La Biblia parecía respaldar la idea de una Tierra estática y un cielo que giraba alrededor. Representaba la culminación del pensamiento geocéntrico. Estas esferas concéntricas giraban alrededor de la Tierra, manteniendo un orden cósmico inmutable. La complejidad del sistema se intentaba explicar mediante epiciclos y deferentes.

La teoría geocéntrica se apoyaba en la falta de evidencia de la rotación terrestre. Para resolverlo, se introdujeron epiciclos, que describían pequeños círculos dentro de las órbitas planetarias. Esto le otorgaba una gran autoridad y aceptación social.