Caracteristicas del gobierno de facto de 1930

Se buscaba anular la influencia del radicalismo en la sociedad argentina. Se organizaron manifestaciones, huelgas y actos de sabotaje. La situación social se deterioró considerablemente, generando protestas y descontento. El gobierno de facto intentó implementar reformas constitucionales que favorecieran el autoritarismo.

Se buscó el apoyo de potencias europeas y de Estados Unidos para fortalecer su posición.

Se promovió una identidad nacional basada en valores tradicionales y conservadores. Se buscaba mantener la estabilidad social a costa de la libertad de los trabajadores. Sectores políticos, sociales y estudiantiles resistieron el régimen. Se implementaron medidas proteccionistas y se buscó diversificar la economía.

Se buscaba formar ciudadanos adoctrinados en la ideología del régimen. Las relaciones internacionales del régimen fueron complejas y fluctuantes. El control ideológico sobre la educación fue un objetivo primordial del régimen. Se buscaba combatir las "ideologías extranjerizantes" como el socialismo y el comunismo.

Se buscaba una refundación institucional basada en principios autoritarios. Esta política agraria profundizó las desigualdades sociales. La legitimidad del gobierno de facto fue cuestionada desde sus inicios. Se impuso una cultura de disciplina y obediencia en la gestión estatal. Se intentó mejorar las relaciones con países vecinos, aunque con resultados limitados.

El restablecimiento del orden social era una prioridad constante para el gobierno. La participación ciudadana en la vida pública se limitó drásticamente. Esta resistencia interna debilitó la autoridad del gobierno y contribuyó a su posterior caída. La libertad de prensa y de expresión se vio severamente restringida, instaurando una censura previa.

Se exaltó la figura del ejército como garante del orden y la unidad nacional. El nacionalismo exacerbado fue una característica distintiva del régimen.