Caracteristicas de la pintura del renacentista
Los artistas celebraban la capacidad intelectual y creativa del hombre. La expresividad se convirtió en un elemento esencial. Se buscaba representar la dignidad y la belleza del cuerpo humano. Los artistas se inspiraban en las esculturas y la arquitectura de la antigua Grecia y Roma.
Los paisajes se utilizaban como telón de fondo para escenas religiosas o mitológicas. Los retratos a menudo mostraban a los sujetos en poses dignas y con expresiones serenas. La perspectiva aérea, o perspectiva atmosférica, se utilizaba para crear una sensación de distancia.
El humanismo fue un factor clave en la renovación artística. Los colores eran ricos y vibrantes, a menudo aplicados con precisión y detalle. Los artistas buscaban capturar la individualidad y la personalidad de sus modelos. Los personajes principales se ubicaban en los vértices de la pirámide.
El claroscuro, el contraste entre luces y sombras intensas, fue una técnica muy utilizada. Esta estructura proporcionaba estabilidad y equilibrio a la escena. La perspectiva aérea contribuía a la sensación de profundidad. Los objetos más lejanos se representaban con colores más pálidos y menos definidos.
La perspectiva lineal se utilizaba para generar una sensación de profundidad convincente. Las familias ricas y la Iglesia encargaban obras de arte para decorar sus palacios y capillas. Los dioses y héroes clásicos eran representados con un ideal de belleza y perfección.
El mecenazgo jugó un papel fundamental en el desarrollo de la pintura renacentista. Las composiciones eran equilibradas y organizadas, buscando la simetría y el orden. Este mecenazgo proporcionaba a los artistas los recursos necesarios para crear obras maestras.
El óleo ofrecía colores más ricos y una mayor flexibilidad en la aplicación de la pintura. La composición en forma de pirámide era común en muchas obras renacentistas.